Ayer miércoles a la noche, la selección mayor de Canelones igualó 2 a 2 en los 90´ frente a Durazno en el Estadio Martínez Monegal y la tanda de penales, una vez más, fue el factor determinante para la eliminación de la Copa Nacional de Selecciones 2023.
El combinado canario había igualado sin goles en el Landoni y no logró destacar el potencial que arrastraba en condición de local, más allá de no ser derrotado en el tiempo reglamentario. Nuevamente, los remates desde los 12 pasos se transformaron en karma y selló la despedida del sueño en el interior del país.
No fue una buena performance para los dirigidos por Ángelo Paleso; La visita logró imponer autoridad a lo largo del encuentro, transformando en figura al guardameta azulgrana, Manuel Raymond. Mauro Olivera y Diego Seoane causaron una problemática existente durante los 90´ en la defensa canaria; Su respectivo ritmo en velocidad y las buenas asociaciones, aquí incluyendo a Wilmar Barez, desnudaron claras falencias en el bloque bajo.
A eso se le sumó el regular posicionamiento en mitad de cancha y, por momentos, el buen trato de pelota de Durazno, como también la marca, principalmente en los carriles, cortando los tradicionales circuitos provisorios que empleó en el torneo la azulgrana, intentando explotar la banda con Núñez y Rossi. Eso generó un déficit ofensivo, que sacó de acción a Facundo Camejo.
La reacción y rebeldía en los jugadores estuvo, pero el funcionamiento y la ejecución no. Después, salvando el empate que fue mucho premio, en los penales se vistió de héroe el guardameta duraznense, Lucas Pereyra; Contuvo tres remates decisivos para obtener el pasajes a semifinales del sur. Fin al sueño copero de Canelones.
EL BALANCE…
En la Copa Nacional de Selecciones «100 años Liga Departamental de Canelones» se dieron muchas ventajas para un torneo tan exigente e importante, en este caso aún más por el significado del nombre del certamen. A mediados de diciembre comenzó la preparación, sin planificación ni programa, elección apresurada sin marcar un rumbo o camino claro a futuro.
Recién culminado el Clausura, Ángelo Paleso y su cuerpo técnico comenzaron con los trabajos en un plantel sumamente renovado; En primera instancia sin contar con el estadio, disminución notoria de entrenamientos por falta económica para el pago de viáticos, carencia en herramientas laborales y pérdida de futbolistas en el transcurso de la competencia.
Desde lo organizacional, hubo grandes ausencias para una mayor comodidad hacia el plantel de jugadores y cuerpo técnico, que hasta de sus propios bolsillos debieron sacar dinero para adquirir ropa de entrenamiento. Cuando la preocupación y ocupación se centra más en futuras elecciones nacionales del fútbol uruguayo, que también incumbe a OFI, y no en la actividad deportiva, que en este caso era lo urgente y primordial, pasan cosas. Son ventajas que se dan y repercuten.
En lo deportivo también se encontraron falencias a la hora de la construcción de plantel, planteo de idea y ejecución. Paleso buscó pero no encontró, al menos por lo visto, mostrar su idea en cancha. Pérdidas importantes en jugadores; Ignacio Rodríguez y Bruno Larregui pasaron al fútbol profesional, mientras que Casco en pleno torneo optó por pruebas en equipos del exterior. A eso, la notoria baja de Leandro Elizeche por problemas de salud (Neumonía), que recién la próxima semana podría estar a la orden. Eso llevó a rotaciones impensada de futbolistas y automáticamente, movimientos que repercuten en el juego.
Más allá de esto, hay una base de nuevos futbolistas, juveniles futbolistas muy jóvenes que tomaron experiencia y llegaron para quedarse en la mayor; Es materia prima para seguir trabajando de acá en adelante, con jugadores de experiencia que siguen demostrando sus cualidades y el sentido de pertenencia al seleccionado.
Fin del sueño y la ilusión de Canelones en la Copa Nacional de Selecciones. Para pensar, reorganizar y mejorar a futuro.