• 4 de noviembre de 2024 08:16

Canelones Azulgrana

«Malaka» y el mágico mundo de Juventus

Porazul

Abr 28, 2021

Jorge Martínez es uno de los mejores futbolistas surgidos en el siglo 21 en el fútbol canario. El oriundo de Las Piedras, actualmente con 38 años, disfrutó de 17 temporadas en el plano profesional; 10 en nuestro país y 7 en el viejo continente, con una marca registrada principalmente en la Serie A de Italia. Con obstáculos, la pelota lo hizo feliz..

El «Malaka» sobresalió en su última temporada en Wanderers (2005), rápidamente fue contratado por Nacional y se coronó campeón del Uruguayo. En 2007 arribó a suelos italianos para defender la camiseta de Catania «Ahí estuve tres años. El Sur es muy parecido a Uruguay; Son muy pasionales, hay un clima bárbaro, se come de novela y además tenía 10 compañeros sudamericanos en el plantel»… Entre otros, Maxi López, Mariano Andujar y Pablo Ledesma.

Tuvo un arranque prometedor en el club «Me adapté enseguida. En seis fechas ya había convertido 3 goles»... Pero apareció un primer duelo personal en su carrera «Llegó mi primera lesión, recuerdo que fue el sóleo»… Ese año no logró recuperarse como esperaba, a la siguiente temporada no contó con tanta participación por decisión técnica y en su tercera Serie A la rompió «Yo quería demostrar y rendir. Hice una pretemporada perfecta, marqué una diferencia en lo físico y volé. Logré sacarme la espina de convertirle a equipos grandes; Le hice goles a Juventus, Roma e Inter en San Siro. Además, contra Lazio, con Muslera en el arco, hice mi mejor partido. Me salió todo, todo. Ahí empezaron los llamados». Aquel jugador explosivo, potente y de buen regate hizo de las suyas en cancha para llegar a una potencia mundial.

«Estaba arriba de la ola. Yo cuando llegué a Catania no pretendía tanto, tal vez Fiorentina, Napoli o Lazio, pero no a Juventus. Fue cumplir un sueño que nunca imaginé»… Aseguró Martínez. Lo primero que causó lae causó la atención en su primer día como jugador de la «Vecchia Signora» fue el estacionamiento…«Me quería morir. Todos marca Ferrari y yo sacándole fotos. Con el correr de los días ya era común, no te llamaba tanto la atención».

Entre el glamour de los «Tanos», las figuras del equipo y sus nervios en la presentación con sus nuevos compañeros. «Cuando llegué estaban todos almorzando. Hola Uruguayo, me decían. Yo apunté derecho a David Trezeguet y Mauro Camoranesi porque no sabía nada del idioma italiano, ya que venía de un vestuario sudamericano. David vino y me dijo «Sentate acá». Imaginate, Del Piero, Grosso, Laquinta, Chiellini y Buffon, todos campeones del mundo en 2006″. Así empezó el tour.

El «Malaka» y un mundo mágico llamado Juventus… «Después del entrenamiento almorzabas ahí en un restaurante que contaba hasta con mozos. Para hacernos los pies teníamos podólogo en habitaciones privadas y venía un peluquero a cortarte el pelo si querías. Recuerdo que nos tomaban las medidas para el traje de los partidos, todo perfecto. El de los championes llegaba con 20 pares para probar y elegir. En un momento era tan normal todo que no se valoraba. Cuando me fui sí, pensaba, paaah, donde estuve». Al consultarle sobre sus compañeros y aquel plantel de oro, se inclinó y destacó a uno en especial:

«Buffon era muy simpático, pero el de mayor carisma era Alessandro Del Piero, ese tenía toda la pasta de buena persona. Se me acercaba a hablar de Uruguay y sabía de nuestro país, como que se preparaba para la charla. Tenía actitudes de un grande, tanto dentro como fuera de la cancha; Llegaba a entrenar al complejo y se bajaba del auto todos los días durante 20 o 30 minutos para sacarse fotos o firmarle autógrafos a los hinchas que iban. Otros ni frenaban y él era un crack mundial». Jorge compartió cancha con estrellas de verdad y su hijo aún no puede creer que se haya enfrentado a Zlatan Ibrahimovic, aún en acción al más alto nivel.

«Hasta el día de hoy me pregunta»… y rápidamente, Jorge recordó un inesperado mano a mano con el sueco «Te llama la atención en cancha, calza como 46. Una vez estábamos en el túnel previo al partido y estaba adelanta mío. En un momento quedamos cara a cara y me miró de arriba abajo, todavía de pesado, como diciendo, qué querés»…. Contó entre risas. Pero su estadía no fue todo color de rosas y lamentablemente las lesiones empezaron a influir para mal en su carrera.

«Todo comenzó con una quebradura del segundo metatersiano del pie ante Milan. Volví a las apuradas, comencé a correr de mala forma, empezaron los dolores en la espalda y la presión del club. Fueron tantas infiltraciones que me hicieron mal»… Allí una parte oscura de su pasaje por la bella Italia «Ya veía todo oscuro, me caía todo mal, hasta la ciudad que es preciosa. Tenía un auto chatito, pero me dolía para subirme o bajarme, fui y lo vendí. En ese momento dejaba todo por jugar y no tener ni un dolor, pero todo no se puede». Pero cuenta con la virtud de valorar lo vivido…

«El mundo Juventus era mágico. Yo me vine porque quería estar tranquilo. Después que me fui me cayó la ficha de saber dónde estuve». Su último club fue Juventud de Las Piedras y allí cerró su brillante carrera como jugador «Soy un agradecido de llegar a donde llegué, aunque me quedó el sabor amargo de haber demostrado más en la Juve. Mucha gente creía en mis condiciones y las lesiones me jugaron una mala pasada. No hay mal que por bien no venga y tal vez me hizo valorar lo que antes no valoraba». También defendió a la selección uruguaya, Cesena y Novara de Italia, como también el Cluj de Rumania.

*Esta nota es un fragmento de la realizada en noviembre en nuestro programa televisivo ´Deportes En Azulgrana´

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