Canelones cayó este miércoles por la noche en el Estadio Martínez ante Durazno 2-0 por la semifinal revancha del Sur.
Se acabó el primer sueño planteado por la Azulgrana, pero no se pierde de vista el máximo objetivo. Derrota que preocupa en el resultado y nuevamente por lo hecho futbolistícamente. Soñar se puede soñar, pero con la obligación de mejorar. Poco tiempo de descanso de cara al juego de ida por el tercer puesto y el pasaje a la Copa Nacional.
No sorprendió lo planificado y los primeros 15 minutos se destacaron por más estudio que otra cosa, tanto de un lado como del otro. Canelones fue quien más rápido se adaptó y poco a poco fue encontrando sus circuitos; Pelota por las bandas con Marzano y Garreta en velocidad, siempre creador Estigarribia. La defensa no aparecía en acción aún. Pese a esto, no logró profundizar sobre el arco rival. De igual manera, esa debió ser la línea en busca del objetivo.
Con el correr de los minutos, Durazno creció y se soltó con un Juan Bolognini inspirado, tomando las riendas en ofensiva y comenzado a inquietar. La más clara de la visita y del cotejo en si hasta ese entonces estuvo en los pies del Joaquín Pereyra, quien remató solo dentro del área y envió el esférico por encima del travesaño. Fue lo mejor de la visita en la primera parte.
El combinado canario volvió a tomar protagonismo y fue en busca de la primera emoción, esa que tanto se necesitó en lo anímico. Estuvo muy cerca, tras una asistencia en largo de Solórzano que culminó con la definición de Marzano rozando la emoción. Muy estirado el equipo en cancha, no facilitó muchas veces encontrarse en lo colectivo. Con embargo 0-0 se fueron los primeros 45’. Dura tarea para el complenento.
Los dirigidos por Gastón Calacha, sin descuidarse en el nerviosismo lógico, debía salir en busca del resultado. Mantuvo la tónica la segunda parte y sucedía algo de lo pronosticado. Bolognini estuvo a unos centímetros de sentenciar la historia de contragolpe. Calacha no dio tiempo de espera y buscó variantes en el banco, sin resultado e en esta ocasión.
Sin un dominador definido, las más claras las obtenía Durazno, que jugaba con un hombre de menos. Siempre Bolognini como referencia y protagonista. Los minutos pasaban y la llama se apagaba. Nunca apreció en escena una idea clara y se hacía sentir. A falta de 10 minutos para el final, Valentin Hernández sentenció la historia en el Monegal. La pelota quieta volvió a ser tema determinante y La Roja del Yí se puso arriba en el tanteador.
Muy cuesta arriba todo para Canelones. Aún más cuando Hernández, quien habia ingresado en el complemento, volvía amigarse con la red y ponerle punto final. Fue el 2-0 y lo último de la noche. El Nacional pasa a ser el único objetivo de los canarios, volviéndose a enfrentar en un ida y vuelta frente a Flores. Comenzará de local seguramente el fin de semana.
Escenario: Estadio Martínez Monegal
Árbitros: Marcel Thaler, Alejandro Mesa y Miguel Deledon
Canelones: Rodríguez; Gandini, Nogues (Barreiro), Torres (Pereira); Garrasino, Gibbs (Terán), Solórzano, Hernández, Estigarribia; Marzano y Garreta.
Durazno: L. Pereyra, Arambillete, Dinardi, Gerez, Moraes; J. Pereyra, F. Martínez, Aragón; Bolognini, Palles (Acosta) y B. Martínez (Hernández).
Goles: Valentín Hernández 80’ y 85’ (D)
Expulsado: Facundo Martínez (D)
Martín Abreu