Se confirmó en las últimas horas el acuerdo y Paolo Parolín fue confirmado como nuevo entrenador de Ideal de Santa Rosa.
Luego de hacerse oficial su salida de la selección de Canelones, noticia que sorprendió, mucho se habló del futuro del director técnico oriundo de Santa Lucía. Finalmente volverá al conjunto perteneciente a la Liga General Artigas de Tala, donde ya supo dirigir en el año 2014. Con él dialogamos acerca de este nuevo desafío que tiene por delante a partir del 2019. Rápidamente contó sus sensaciones tras la firma:
«Me genera mucho orgullo, responsabilidad y compromiso. Agradecido también a esta institución, de las más grandes del interior, que cuenta con una rica historia y una parcialidad enorme»… El equipo no participó este año de la competencia, luego la suspensión recibida ante los incidentes ocurridos en 2017. Retos del gusto de Paolo
«Es doble el mismo, por las particularidades que tiene y porque el año para mi fue muy especial»… Acotando también: «Nos trae hasta acá, como lo hablamos anoche con la directiva, un desafío. Es la vuelta al fútbol después de varios meses, con jugadores que se han ido y muchos que han dejado de jugar. No va a ser un impedimento para nosotros».
Como es habitual en él, la apuesta no sólo se trata de lo deportivo: «Es un proyecto bien amplio, tocando varios puntos en común con el que habíamos presentado con el cuerpo técnico de la selección a la Liga Departamental. Se apunta a trabajar mucho en valores, desde la formación de los jóvenes futbolistas, e incluirlos dentro del sistema educativo. Ya se están formando comisiones de seguridad, educación y cultura, como acuerdos con distintos profesionales de la salud (Nutricionista, odontólogo y podólogo), campos que son muy necesarios. No va a ser fácil, tendremos piedras en el camino, pero estaremos dispuesto a realizar un cambio real dentro de la institución para que crezca con el correr de los años».
Yendo estrictamente al fútbol como deporte, los objetivos también son claros: «Queremos que el club de una imagen diferente a la de los últimos tiempos, que incluye a la parcialidad, teniendo que ser actores importantes en el control de la seguridad y el orden donde el equipo esté jugando. Luego de conformar el plantel, trabajaremos en los objetivos, sabiendo de las dificultadas. Tenemos mucho potencial para conseguir cosas importante, buscando un título local que no se obtiene hace siete años. Intentaremos volver a la Copa de Clubes y llegar a lo más alto».
Parolín contará con un cuerpo técnico renovado, sin Irazoqui, Vallarino y Romero: «Al tomar la decisión de no estar en Wanderers este año, necesitaba claramente de otras personas, aunque esto no quiere decir que en algún momento la vida nos vuelva a encontrar. Ojalá»… Juan Carlos Iraola, ex jugador del Ideal, será el ayudante técnico. Marcos Torterolo se hará cargo de la parte física:
«El «Pelado» fue referente y capitán del club, quien tiene además una interesante manera de ver el fútbol. Con el «profe» tenemos una relación desde hace años y cuenta con mucha capacidad en su trabajo, pero también puede ser un articulador importante en todos los proyectos planteados. Seguramente se incorpore alguno más, en función a las necesidades y requerimientos cercanos al inicio de la actividad»… Cambiando de tema, Paolo habló del nuevo entrenador de la selección de Canelones, y mismo del combinado, de cara a una nueva Copa de Selecciones.
«No voy a desconocer la capacidad y la trayectoria de Wilmar, como tampoco de su cuerpo técnico. Tengo muy buena relación con él. Los primeros días serán complicados, como es habitual, pero después todo se irá despejando. Entiendo que están en esta etapa de formación y conocimiento»…. Dijo el DT campeón del interior en 2017 con la Azulgrana. Además, contó:
«Sabe que estoy a la orden e incluso en algún momento se habló de una dupla, yo no hubiese tenido ningún problema. Tiene todo mi apoyo, soy hincha de la selección, pero por sobre todas las cosas, por los jugadores que han estado con nosotros y los nuevos. Les deseo toda la suerte»… Algo extraña fue su salida. Sobre dicho tema, explicó:
«Me hubiese gustado seguir, eso está más que claro, siempre y cuando se lograran las condiciones para poder hacerlo. Nosotros nos embanderamos con un proyecto que no se pudo concretar, pero creo que se dejaron muchas cosas positivas. En esto del fútbol uno se acostumbra a determinadas cosas, que no deben molestar, doler u ofender. Son las que te hacen más fuerte. No podemos convivir con eso»… Siempre mostrando el respeto hacia las decisiones.
«Simplemente hay que entender posiciones o decisiones que se toman y hay que respetarlas. Los entrenadores estamos sujetos a las autoridades»… Sí dejó en claro que le gustaría volver: «Yo soy hincha de la selección. Dejé mucho, con muchísimo gusto, por este proyecto en los dos años. En lo deportivo, en lo grupal y en el trabajo logramos muchas cosas. A veces uno tiene claro los motivos por lo que sale, pudiendo compartir o no, pero la vida seguramente nos dará una nueva posibilidad. Es uno de los lugares más lindos del mundo para trabajar en el fútbol».
Consultado sobre lo que se lleva de su pasaje con Canelones, se extendió y también se tomó el tiempo para agradecer. Primero fue turno de los dirigentes: «Agradecerles principalmente a Guillermo Fernández y Antonio Bazzino, quienes me acompañaron en momentos familiares complicados, porque eso va mucho más allá del fútbol. Con el resto mantuve menos relación pero ningún problema. Ignacio Gómez fue artífice fundamental en el comienzo, como también Jorge González»… Sus compañeros estuvieron presentes.
«Todo el cuerpo técnico y los colaboradores me hicieron crecer muchísimo. Se formó un grupo maravilloso»… Detallando uno por uno: «Rodrigo Britos, Rodrigo Irazoqui, Fabricio Vallarino, Mariano Romero, Patricio Urán, Miguel Gutiérrez, Heber Tancredi, Jorge Lemes, Juanchi Ceriani, Federico Aguirre, Luis Mario Aguirre, Ramón Rodríguez, Chirola Cabrera, José Rocca. Me gustaría nombrar a Peter Méndez y Fede Mujica. No pude estar cerca de ellos porque la situación no lo permitió, sino hubiese estado y ayudado en todo lo que esté a mi alcance».
Los jugadores, parte fundamental: «Dar las gracias a los que fueron parte de ambos procesos. A los que no les tocó estar o quedaron afuera de la lista también. A veces entiendo los enojos, pero ellos deben entender que no nos transformamos en mejor o peor persona por no convocarlos, existe el gusto futbolístico»… También se refirió a los medios e hinchas: «Con todos los periodistas fuimos justos y equitativos. Muchos sabrán cómo se comportaron culminado el proceso, quiénes llamaron o se comunicaron. Algunas desilusiones, pero es parte del aprendizaje. También agradecerle al público que siempre nos acompañó, eternamente agradecido. Me sentí respaldado y querido».
Volviendo a cambiar de tema, habló del nuevo andar de su amigo y compañero, Rodrigo Irazoqui, actualmente al mando del cuerpo técnico de Wanderers: «Me cuesta hablar de él porque es como mi hermano. Todos sabemos cómo trabaja y el profesionalismo que le pone. Muchos años con Rodri y nunca tuvimos una diferencia, por lo que no puedo hablar más que bien. Yo le sigo consultando, y viceversa. En lo deportivo, se sintió afectado en el Apertura por las lesiones y en el Clausura se venía muy bien, pero una noche como la de San Francisco pesó, aunque aún están con chances. Va a trascender como entrenador, y eso me pone muy contento».
Por último, Parolín se hizo referencia a la actualidad del torneo local: «No me corresponde opinar mucho al respecto. Simplemente; en 2016 nos quedamos sin fútbol, estábamos en una situación muy compleja, se salió y se vuelve a estar en algo similar. Todas las categorías, en ambas divisionales, se definirán a favor o en contra de alguien en el entendido del reclamo por puntos, suspensión de cancha o fichas médicas, y eso desvirtúa todo. No es el desarrollo normal de una competencia. No se incurrió en grandes acciones para solucionar sino que todo lo contrario, cada uno puso el ojo en sus intereses, dejando de apreciar lo colectivo. Eso termina debilitando a la Liga. Cuando pensemos en todos, vamos a mejorar».
Martín Abreu