Ayer domingo por la tarde se disputó una nueva fecha de la Liga Departamental de Canelones, con un bochorno final en el Complejo Deportivo Juanicó.
El conjunto «Rojinegro» se adjudicó una importante victoria en condición de local frente a Libertad, que los deposita en lo más alto de la Anual y los mantiene en la pelea por el título del Clausura. Mientras tanto, el «Rojo» quedó al margen de esta segunda parte del año como también de la acumulada. Pero el final, lamentablemente, opacó todo lo que ocurrió en cancha.
PRIMERO LO PRIMERO
Conociendo todo el clima que se iba a generar, por los hechos ocurridos anteriormente y de público conocimiento, no se trabajó seriamente en la seguridad del espectáculo. Hinchas de un equipo y otro ubicados en el mismo lugar, en una sociedad que lamentablemente no sabe convivir. Eso generó ciertas discusiones y agresiones durante el desarrollo del encuentro.
INCITACIÓN A LA VIOLENCIA
Pocos optaron, hablamos de dirigentes, en calmar las aguas y trabajar durante el partido previniendo lo que era lógico que podía ocurrir. El juego comenzó y dos banderas se desplegaron en la hinchada «Rojinegra», desafortunadas las mismas, que causaron la respuesta incoherente de los parciales de Libertad. Lo dicho, dos banderas, que estaban en conocimiento de dirigentes, pero que de igual manera no pueden generar los incidentes que finalmente se desarrollaron.
Los jugadores jugaron su partido, con roces como es habitual, pierna fuerte y corazón caliente. Existieron provocaciones de ambos bandos y por suerte, hasta ese entones, todo quedó en cancha. Previo al agónico gol de Raymundo, Rodrigo Massa salió del campo expulsado y recibió agresión verbal por un parcial del local, lo cual generó nuevamente un clima tenso en el escenario. Aún más con el golazo de Valentín.
LO PEOR
Lo más triste ocurrió tras el pitazo final de Jimmy Giménez. Ya nada importó…. Se vieron desde dirigentes peleándose entre sí hasta hinchas con palos limpios agrediéndose con jugadores, en este caso del visitante, e hinchas de la institución. Parciales desaforados en todo el complejo deportivo Juanicó. También alguna que otra discusión y agresión existió entre jugadores, cuerpo técnico y demás. Al lugar asistieron efectivos de distintas jefaturas.
Una tristísima imagen dejan estos dos clubes a falta de muy poco para culminar la temporada 2018. Seguramente se actuará, como suele ser habitual, y ambos clubes recibirán su sanción ante los hechos, como seguramente también sea sancionado el «Rojinegro» con su localía. Más allá de las imágenes, mucho importará lo expresado por el veedor y los árbitros, aunque éstos abandonaron la cancha durante los inconvenientes.
Lamentablemente, todo esto no se generó ni comenzó ayer. Es parte de un actuar innecesario muchas veces en redes sociales, medios de comunicación y demás, que han generado una disputa y un clima aparte entre estos dos clubes.
Martín Abreu