Juanicó igualó 1-1 frente a Barracas de Dolores este sábado a la tarde en el Estadio Martínez Monegal por el partido revancha de cuartos de final de la Copa Nacional de Clubes B de OFI.
Con la igualdad, tras el 2-0 en la ida, los dirigidos técnicamente por Diego Monserrat se quedaron sin la chance de avanzar a la próxima ronda del campeonato y pelear por el título, pero aún mantiene vivas las esperanzas de lograr el ascenso a la máxima categoría para el 2019. Se viene Independiente de Mercedes el próximo fin de semana, con detalles a confirmar.
La Copa volvió a la capital departamental, con un desafío enorme para el conjunto «Rojinegro» tras lo ocurrido en el Parque Piazze. Primer tiempo intenso, con dos equipos bien parados dentro del campo de juego y apostando siempre a inquietar el arco rival. Las más claras las tuvo la visita, aunque sin estar fino en la definición.
Rápidamente avisó el «Tricolor» de Dolores por parte de Otazú, jugador clave en el cotejo de ida, enviando su remate cerca del vertical izquierdo del arco defendido por Hernández. Vino a jugar y quedó claro, con un Juanicó concentrado, pero sin ser claro en la creación del juego. Siempre Núñez, en velocidad por la banda derecha, fue lo más importante del actual campeón canario.
Lo principal del local estuvo en los pies de Jairo Baladón, quien tomó la pelota en la medialuna y no logró darle la dirección correcta al remate. Por ahí se acható el tramite, mucho tránsito en el mediocampo y sin chances de gol. Cuando se iban los primeros 45´, Raymundo, con el guardameta ya abatido, sacó la pelota en la línea y le ahogó el grito de gol a Ríos.
Así se fue el primer tiempo, sin emociones y con doble trabajo para los dirigidos por Diego Monserrat para el complemento. Los de Ruta 5 buscaron abrir el marcador, estando atentos en defensa, porque un gol de Barracas pondría todo muy cuesta arriba. El entrenador fue rápido y realizó variantes, dándole ingreso a Moreno por Ferrero y Lloveras por Rodríguez.
Juanicó entró obligado a convertir y tomó el protagonismo. La visita se cerró en el fondo, respondiendo con rápidos contragolpes. Era previsible que eso pase. Claro que corrían los minutos y la ansiedad se hizo presente, porque el gol no aparecía en el Monegal. Pero quien si apreció fue la famosa pelota quieta, tan importante siempre.
Agustín Peraza se vistió por un momento del recordado Hugo Guerra y con un «nucazo» mandó la pelota al fondo de la red. Otra historia parecía iniciar, estando cerca el objetivo. Rápidamente el «Rojinegro» volvió a crear peligro sobre el arco defendido por Pereira con un remate de Andrés Quatrini. Estaba más vivo que nunca el actual campeón canario.
Pero poco duró la alegría y el entusiasmo. Apareció Otazú, el distinto que tuvo en ambos partidos Barracas, para igualar las acciones y de esta manera sentenciar la llave. Los dirigidos por Monserrat debían marcar tres goles para clasificarse. Para peor, Ghan vio la tarjeta roja y quedó con un hombre menos. Ya la cabeza se centró en lo próximo, porque aún está con vida pensando en el ascenso. Poco más pasó en la cancha previo al pitazo final de Araújo.
Se derrumbó el sueño del título, pero no el primordial, el de meterse en la zona de privilegio para la temporada 2019. Juanicó se medirá ante Independiente de Mercedes, en llave de ida y vuelta, para adjudicarse uno de los dos ascensos que restan por concretarse.
Escenario: Estadio Martínez Monegal.
Árbitros: Fabián Araújo, Gustavo Vázquez y Diego Saravia.
Juanicó: Hernández, Rodríguez (Lloveras), Raymundo, Sáez; Ghan, Quatrini, Souza, Núñez, Ferrero (Moreno); Peraza y Baladón.
Barracas: Pereira, Corrales (Urán), Cabrera, Isla; Otazú, Villegas, López, Ríos, Maciel; Blanco (Audi) y Di Fortuna
Goles: Agustín Peraza 67´ (J) y Rodrigo Otazú 76´ (B)
Expulsado: Carlos Ghan (J)
Martín Abeu