La selección uruguaya de basquetbol en silla de ruedas estará participando en el mes de agosto de la Copa América en Cali, Colombia.
Un deporte en pleno progreso en nuestro país viajará con la ilusión de meterse en el Mundial de Alemania, aunque aseguran que quedando entre los ocho mejores del torneo estarán cumpliendo el objetivo ya que saben de las carencias para pelear en un torneo de estas características.
Uruguay viene de ser bi-campeón del Sudamericano B, que la juegan del quinto al décimo en el ranking americano. Tras consagrarse, participaron en el A y fue ahí que lograron el pasaje a la Copa América por primera vez en la historia, de manera deportiva.
La Liga Canaria de Basket tendrá representación en la celeste y también nuestro departamento. El entrenador, Miguel Acosta, es jugador de Canarios, mientras que de Pando estará viajando como jugador, Fernando Rivero. Con el DT hablamos acerca del torneo y demás temas vinculados a este deporte.
«Hace tres años que me vinculé al basquet en silla de ruedas. Llegué desde convencional y fui ayudante técnico de la selección, pero también de Apri, único equipo uruguayo que compite oficialmente y lo hace en la primera división en Argentina. Hace unos meses asumí como entrenador del club y también del seleccionado»… nos contaba Miguel acerca de su carrera y de su actualidad.
Además, habló de cómo es ejercer este lugar: «En la teoría no tiene mayores diferencias con el basquetbol convencional, es un grupo normal. En la práctica sólo en lo táctico, donde al juego le debo implementar el elemento silla y las pocas diferencias reglamentarias que hay con el «de parado».
Miguel habló del lugar en que se encuentra Uruguay en comparación con demás países: «Organizacionalmente es lamentable, debemos estar en el fondo de la lista. Como los uruguayos somos rebeldes, logramos cosas que muchos no esperan. Hoy en día estamos entre los 10 mejores de todo el continente, lo que casi es un milagro, si tenemos en cuenta que los jugadores acá no llegan a 20, hay un solo equipo y ni que hablar que todo es muy amateur. No disponemos de canchas con medidas oficiales, ni piso adecuado. Países que están más abajo en el ranking tienen decenas de equipos y varias divisionales en el plano local».
Yendo a la Copa América, el entrenador habló de las aspiraciones y fue muy claro: «Previo al sorteo aspirábamos a meternos entre los ocho mejores, que sería increíble. Lejos estamos de pelear fuertemente una de las cuatro plazas para el mundial de Alemania. Realizado el mismo, tuvimos la mala suerte de que nos tocara el campeón sudamericano (Brasil), el centroamericano (México), mundial (Estados Unidos) y el local (Colombia). Intentaremos jugar al mejor nivel y premiar a una generación que logró por primera vez en la historia clasificar a este torneo».
Por último, Miguel nos contó los problemas por el cual atraviesa el deporte en lo económico, tal cual ocurre con los deportes mal llamados menores: «Agradecemos que le den difusión por el deporte en si y el esfuerzo que hacen algunas personas para que estemos en competencia. Fijate que para ir a Colombia necesitamos 25000 dolares y el estado pondría 10000».
Uruguay, con presencia canaria, va por hacer historia en la Copa América de basquetbol en silla de ruedas.
Martín Abreu