• 19 de enero de 2025 12:55

Canelones Azulgrana

La lluvia e Irazoqui se adueñaron de la noche

Porazul

Abr 10, 2017

En un encuentro de alto voltaje, de muchísimas emociones y de marcadores cambiantes, Canelones fue el triunfador.IMG_6352Se esperaban de seis a siete mil personas, pero la lluvia se apoderó del clima en el norte del país e hizo que solamente 2000 personas se acercaran al Estadio Goyenola para la primera final del interior. Fue un partido muy cambiante, que tuvo al seleccionado local como dueño de la posesión del balón y a la «Azulgrana» contundente en ataque.

La contundencia canaria vino de la mano de un intratable Joaquín Irazoqui, quien se vino de Tacuarembó con la pelota por su triplete. Estuvo imparable el número «9»  canario. Puso la primera emoción de la noche a los 20′ del primer tiempo. En dos minutos increíbles, el seleccionado del norte dio vuelta el resultado aprovechando dos desatenciones de los dirigidos por Paolo Parolín y Rodrigo Irazoqui. Pintado puso el primero y Colman marcó el segundo.

Lo mejor para el delantero de Wanderers estaba por llegar. Es que cuando el público local festejaba los goles de su selección, Irazoqui nuevamente pisaba fuerte en el Goyenola y mandaba la pelota al fondo de la red. Hubo momento para que Olivera se luzca.IMG_6379En la noche de Irazoqui, también brilló Rodrigo. Cuando la intensidad del cotejo era muy fuerte, el juez pitó de manera dudosa penal para Tacuarembó. Siqueira remató y el guardameta canario contuvo el balón en su palo derecho.

Le quedaba una jugada al partido, todo daba a entender que el juego se iba con igualdad, pero apareció el «Matador» Joaquín Irazoqui, quien cerró con una gran definición un contragolpe creado por Ruber «Pelo» Guerra» y de esta manera sellaba el triunfo para Canelones.IMG_6351Es verdad que no hay nada cerrado, que la historia no está resulta y que todo puede pasar, pero en Tacuarembó la «Azulgrana» dio un paso muy grande hacia el título. La revancha se jugará el domingo próximo en el Estadio Monegal a las 20:00 horas.

Martín Abreu

Por azul