Pocos casos suceden, pero cuando ocurren son soñados. Pasó del campo de juego al arco para vestirse de héroe. Martín González de 22 años, oriundo de Sauce, fue la clave de Sportivo Huracán en el encuentro ante Carrasco del Sauce que le terminó dando el título y el ascenso a la Primera División del fútbol de Canelones al conjunto «Verdolaga».
Estudia para certificarse como agente comunitario de salud, actualmente de novio con Valentina. Su familia está compuesta por su hermana, padre y madre. En el baby fútbol vistió la camiseta de Carrasco. Luego, pasó a Sportivo Huracán, volvió al «Blanco» de Sauce, tuvo un breve pasaje por Sportivo Artigas y luego de dos años de inactividad volvió al club de sus amores.
En el encuentro ante Carrasco, tras la lesión del golero Soria y al no haber guardameta suplente, Martín González se puso los guantes siendo determinante en el desarrollo del juego. Tapó un mano a mano claro y en la tanda de penales contuvo el tercero.
Conocé más del jugador Azulgrana de la fecha: ¿Qué sensaciones te deja el título logrado?
«Son muchas la que se sientan ahora. Por un lado saber que el esfuerzo de todo un año valió la pena porque realmente pasamos por mucho para hoy festejar y vivir esto. Por otro lado, es un sueño más que cumplido ver a la familia de Huracán vivir este presente, verlos llorar de emoción. Sensaciones únicas y momentos inolvidables».
¿Pese al poco tiempo de haberlo logrado, cómo ves al equipo en Primera División?
«Sin dudas que Sportivo Huracán está al nivel de la máxima categoría del fútbol de Canelones y por algo llegó. Hay un buen equipo, nutrido de jugadores con buen juego. Subimos para no bajar».
¿En algún momento te habías puesto los guantes?
«De chico siempre me gustó atajar, fanático de Buffon. Ya había estado bajo los tres palos, justamente jugando para Carrasco del Sauce en sub 17 después que nuestro golero haya sufrido la expulsión».
¿Te creías capaz de desempeñar la gran actuación que mostraste?
«Cuando Alexander dijo que era difícil que pudiera seguir y el entrenador preguntó quién se ponía los «pantalones», no lo dudé ni un segundo. Jugué sabiendo que sea cual sea mi actuación iba a estar respaldado por todo el grupo y el apoyo así es incondicional. Realmente, terminar siendo la figura me tomó por sorpresa, yo solo dejé todo por estos hermosos colores».
¿Luego de lo vivido ayer que preferís, hacer goles o atajarlos?
«Creo que ambas. Mandar la pelota al fondo de la red y escuchar el grito de gol de la hincha es único, pero ante Carrasco me di cuenta que tapar una pelota decisiva también causa la misma emoción en la gente. Si me tocara calzarse los guantes nuevamente no lo dudaría».
¿Cuánto de este logro es parte de la hinchada de Huracán?
«Ellos son parte de nosotros. Sin el apoyo y el aliento de nuestra gente creo que no saldríamos con la energía que salimos a jugar cada partido».
Jugar en el amateurismo implica dejar muchas cosas de lado, dinero sobre todo ¿Qué te da el fútbol?
«Sin dudas que este deporte te quita mucho tiempo, momentos que quizás si lo pasas con familia o amigos también lo disfrutaría pero creo que poder jugar al fútbol es algo muy lindo, compartir vestuario con jugadores de experiencia que te dejan enseñanzas en cada práctica, vestuario y partidos mismo. Es una pasión».
¿Sueñas con vestir la camiseta de la selección de Canelones?
«Para todo jugador es un sueña con defender a su liga, lógico que me encantaría tener la chance».
¿En qué otro deporte serías bueno?
«En el ping pong no tenía mucha competencia», decía entre risas Martín…«Muchas horas de práctica en el liceo, quizás de ahí vienen los pocos reflejos que tengo cuando atajo»
¿Una frase que lleves contigo?
«Nunca fui de tener una frase pero recuerdo que mi compañero, Joao, nombró una y me quedó: «Cuchillo entre los dientes y dientes apretados».Martín Abreu.